Se denomina agua potable o agua apta para el consumo de los humanos al agua que puede ser consumida sin restricción para beber o preparar alimentos.
En Europa se calcula un gasto medio por habitante de entre 150 y 200 litros de agua potable al día, aunque se consumen como bebida tan sólo entre 2 y 3 litros. Solo el 87% de la población mundial tiene agua potable al alcance de su mano.
El agua potable puede provenir de tres fuentes principales:
1) Pozos. Mientras más profundo es el pozo, más pura es el agua. Mientras más cerca de la superficie, puede estar más contaminado. Las ciudades tratan esta agua con cloro para eliminar los microorganismos.
2) El agua puede provenir de presas, arroyos, ríos o lagos. En este caso, para potabilizarla hay que agregar floculantes para eliminar los sólidos suspendidos, y luego algo para eliminar las bacterias.
3) El agua puede provenir de fuentes minerales donde tiene muchos metales pesados, entonces hay que flocularlos para eliminarlos. Esto es común en zonas mineras.
También podemos aprovechar el agua de lluvia. En ciertas latitudes, un árbol apodado el “árbol del viajero” tiene sus hojas en forma de recipientes en los que se acumula el agua, y en los cuales es posible beber.
Actualmente, cualquier persona puede aprovechar el agua de lluvia que cae en el techo de su casa, reuniéndola en un contenedor ya sea cisterna o tinaco. El agua captada de la lluvia casi siempre lleva disuelto algunos compuestos, que no son más que aquellos que absorbe en su precipitación y escurrimiento.
Como vemos, el agua para que llegue potable a la llave de tu casa o al garrafón de tu cocina tuvo que pasar por varios procesos. Además de los medios para llevarla a tu casa y para sacar el agua sucia de tu casa.
Todos estos procesos son una comodidad, una maravilla. ¿Estás de acuerdo con nosotros?